La impudicia: he aquí una buena razón para comenzar.
Este modo de revolcarse con algún otro.
Un blog ...¿es un cuarto oscuro? ¿Es otra de las formas irresponsables de nuestra in-cultura?
Ahora entro a tientas, balbuceando, en esta especie de oscuridad.
Si existen maneras de encontrarse, ¿por qué elegir esta desenfrenada de no encontrarse?
No importa. El caso es que hay algo obsceno-volátil en exhibirse sin ser visto.
Y los diarios, a la verga. Mucho tiempo intenté uno, pero el diario está esperando a que te mueras. Es como los hijos de los que a la larga uno dice: este no se parece a mí. El diario es un testamento de sinceridad. A la verga la sinceridad.
Un blog, señores, que sirva para algo: que nos permita erigirnos en el héroe de nosotros mismos, que nos deje ser tan dulces y tan perras, tan ambiciosos y tan agónicos, tan descarados y tan elegantes como en nuestra "otra" escritura apenas nos permitimos ser.
Ahora procedo a levantar el telón.
Con ustedes, casi virgen, casi incendiada, casi genial:
YO
(aplausos, aplausos)
1 comentario:
Por lo menos la entrada ha sido espectacular. Abrazos, aplausos, aplausos y más aplausos. Suerte. La próxima vez ponte, además de las rabiosas ganas, unas plumas de colores. jm.g
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